Las segundas oportunidades son, a veces, difíciles de aceptar, pero no deben malgastarse. Llegan cuando menos lo esperas, cuando más lo necesitas: justo después de una larga etapa de aprendizaje, de la que raramente tenemos conciencia. Y éstas se presentan de formas diversas. Pueden comenzar con un hecho traumático que rompe todos tus esquemas, destroza tus planes y te echa de tu zona de confort. En otras ocasiones vienen cuando te has hartado de vivir en una situación que sabes que no funciona, con la que eres incapaz de crecer como persona, y dices “¡BASTA!”. Y a veces, espontáneamente, conoces a ciertas personas que aparecen en tu vida y te abren los ojos,encaminándote a ese nuevo comienzo.
Sea como sea, cuando llega, lo sabes. Es una sensación emocionante, tan intensa que a veces te tambaleas y tienes dudas, que a menudo se convierten en miedos. ¿Qué debes hacer? ¿Y si estropeas esa segunda oportunidad? Aunque esas dudas son naturales, sólo sirven para boicotear nuestros propios avances. Y se puede comenzar por ahí.
Bájale el volumen a esa vocecilla interior, que clama por hacerte volver a la misma vida que tenías antes, a la que te habías malacostumbrado. Cuando esos pensamientos tóxicos lleguen a tu mente, cuando los recuerdos subjetivos te hagan creer que antes estabas mejor, sacúdelos. Respira. Enfócate en continuar por las nuevas sendas que te has marcado, se valiente. Ahora has de ir con la cabeza bien alta.
Estos momentos son idóneos para hacer repaso de todo lo que has vivido hasta el momento, recuerda las cosas que tus vivencias te han enseñado, quédate con lo positivo y aprende de lo negativo, también convendría analizar tu propia actitud, saber cuando actuaste bien, y cuando actuaste mal, se humilde y honesto con ello. Pero no te conformes con sólo pensarlo: siéntate, escríbelo en papel, déjalo bien visible y acostúmbrate a hacerlo, a repasar tus acciones, a aprender continuamente. Recuerda que el pasado no equivale al futuro, así que vive en el presente, aprovecha todas las oportunidades para crecer como persona, recoge toda la información, de cualquier campo que pueda ayudarte, y aplícatela.
Confía en ti mismo, en el poder que guarda tu interior, atrévete a abrir la tapa que te empeñaste en mantener cerrada y libera todo tu potencial, brilla, no te avergüences de ser tú, ¡ARRIESGA! pues si no lo haces no sabrás qué cosas maravillosas podrás perderte. Y aparta de tu vida a aquellos que antes dejaste que te pisotearan. Ahora tú tienes la prioridad y te alzas robusto como un árbol, ¡PIENSA EN TU FELICIDAD! Pon todo tu corazón en lo que quieres conseguir y da todos los pasos que haga falta dar, es tu momento. Tienes el poder.
Aprende a hacer las cosas de forma distinta, a romper tus patrones. Si por ejemplo todos los días vas con el coche por una ruta al trabajo, experimenta nuevas rutas, cambia hábitos para cambiar el funcionamiento de tu mente. Aunque pienses que puede ser una tontería no lo es… ¡¡te lo aseguro!! La mente funciona por hábitos, con patrones que vamos construyendo a lo largo de nuestra vida.
Si tuvieras una segunda oportunidad, ¿Qué patrones y hábitos cambiarías para mejorar una situación, para ser más feliz?
Qué patrones y hábitos te han llevado a sufrir y a no conseguir lo que querías? ¡MATALOS! ¡DESTIERRALOS!
La Recompensa merece la pena, ¡TE LO ASEGURO!