Vivimos en una sociedad donde cada día hay más libertad y a la vez, paradójicamente, más esclavitud. Nos educan para que seamos obedientes, no demos problemas y no generemos conflictos.
Me ha costado cuarenta y cuatro años entender qué son los límites, porqué son tan importantes y el tremendo poder que tienen. Habitualmente hay un patrón social de ser correctos y no incomodar a los demás, lo cual poco a poco anula quien somos en realidad. Cuando somos pequeños decimos exactamente lo que pensamos y nos negamos a hacer algo que no nos apetece, lloramos cuando necesitamos algo para que nos escuchen y pedimos a gritos no hacer lo que no nos apetece. Según nos vamos haciendo mayores aprendemos esas aparentes formas correctas que van coartando la inmensidad que llevamos dentro, provocando que nos sintamos como en una caja pequeña donde no podemos extender la magnitud de lo que somos porque no hay sitio.
Un día me pregunté, ¿quién soy yo si me permito decir lo que pienso y siento pase lo que pase?, ¿en quién me convierto cuando me permito ser todo lo grande que llevo dentro?. Curiosamente fui descubriendo que cuanto más permiso me doy para ser yo misma, más permiso les doy a los demás para ser ellos mismos, más luz arrojo al resto de seres humanos y más expando mis límites.
¿Qué es un límite?, ¿cómo sabemos que no nos estamos saboteando y sí estableciendo a la otra persona la frontera de nuestro deseo?. Para mí la diferencia entre limitarse y establecer un límite se detecta cuando te preguntas, ¿esto me hace feliz?, ¿es algo que me incomoda porque me hace crecer como persona y salir de mi zona de confort o es algo que niega mi identidad y esencia como persona?. Ante cualquier situación que surge en la que sentimos que algo no está bien, lo que sinceramente creo que aporta claridad es descubrir si es algo que nos eleva la vibración o por el contrario nos la baja y apaga nuestra luz. Es muy importante dejar libre a nuestra curiosidad en esos momentos e investigar que hay detrás de ello. Es muy fácil equivocarse y dejarse llevar por las palabras de la persona o personas que tenemos en frente y que nos hagan creer que lo que proclamamos no es correcto. Requiere de mucho autoconocimiento y determinación ante lo que establecemos como nuestros límites.
Si por ejemplo estoy delante de una persona que le gusta hacer constantes bromas machistas y comentarios jocosos sobre las mujeres seguramente la primera vez me pueda sonreír y encontrarle en punto simpático, pero si por el contrario esa persona continúa haciendo constantemente bromas de ese tipo, lo que me ocurrirá es que mi energía empezará a disminuir, mi nivel de atención sobre lo que me dice esa persona desaparecerá hasta el punto que quizás ni siquiera me apetezca estar con ella. Además se generará un espacio tóxico y si yo no lo evidencio y le digo a esa persona “este es mi límite y no estoy dispuesta a escuchar ese tipo de comentarios”, entonces estaré permitiendo que alguien transgreda mis límites y no permitiré que mi verdadera esencia se manifieste.
Hay muchas situaciones en la vida diaria donde no se establecen límites, el trabajo es un lugar muy frecuente. Nos callamos por tener la fiesta en paz, toleramos comportamientos abusivos de los demás por no hacer salir nuestra voz y decir “este es mi límite”.
El mundo de las relaciones es otro espacio donde habitualmente no hacemos saber nuestros límites y consentimos situaciones ridículas e incluso dolorosas por no establecer nuestros límites. A veces el límite está en la forma en la que permitimos que alguien se comporte y se dirija a nosotros o en no pedir lo que necesitamos de forma clara y concisa.
Cuando empecé a ejercitar establecer mis límites me resultó algo incómodo porque siempre he tenido un patrón de querer complacer a los demás y que se sintieran bien a mi lado, ¿a qué precio para mi?. Resultó que afortunadamente me di cuenta de que no merecía la pena la compañía de algunas personas si estaban trasgrediendo mis limites de valores e integridad. Y descubrí, felizmente, que el poder de establecer límites es mágico e infinito. Cuanto más declaro mis límites, que no mis limitaciones, más libre me siento y más libres dejo que sean los demás.
Algo que me ayudó para empezar a entrenarlo fue preguntarme constante, ¿qué cosas hacen que mi vibración esté más elevada?, ¿qué me hace más feliz?. Me empecé enfocando en lo que quería y en lo que me expandía mi ser y así fui averiguando qué era lo que ya no quería y lo que no estaba dispuesta a permitir.
Aprender a establecer límites es un principio elemental para ser Feliz. Dejar salir mi auténtica esencia se ha ido revelando como algo poderoso que cada día me impulsa más y me lleva a Mi Mejor Versión. Establecer mis límites a los demás hizo que reforzara la seguridad en mi misma y que dejara de permitir que los demás me hicieran dudar de mi misma, de lo que sentía y de lo que sabía que era bueno para mi y para el espacio que comparto con otras personas.
A veces ocurre que al empezar a establecer límites dejamos a personas en el camino, o mejor dicho, separamos nuestro camino del de otras personas. Puede que inicialmente produzca algo de dolor y a la larga la recompensa merece la pena. Ninguna persona que no sea respetuosa con nuestros límites merece la pena estar a nuestro lado.
Rodéate de personas que eleven tu VIBRACIÓN, que saquen lo mejor de ti, que estén dispuestas a AMAR con mayúsculas y que deseen que seas siempre tu Mejor Versión. Abandona para siempre a las personas mediocres que juegan a sabotear tus deseos cuando estos están llenos de buenas vibraciones.
La vida es más simple de lo que nos han contando, todo se basa en lo que nos hace vibrar en positivo o en negativo, lo que eleva nuestro Espíritu o lo que lo encierra y esclaviza. La buena noticia es que solo depende de nosotros tomar la firme decisión de permitirnos ser quien queremos ser porque nos lo merecemos. Hemos venido a este mundo a MERECERNOS todo lo mejor, todo lo bello y divino que la vida nos puede ofrecer, con mayúsculas y ALEGRÍA.
¿Cuáles son tus límites?, ¿qué cosas o personas elevan tu vibración?, ¿estás dispuesto a dar el primer paso para ser más Feliz y vivir tu Mejor Versión?.
Te invito a que seas TÚ en mayúsculas y descubras tu autenticidad.¡Besos a vuestros corazones!